Las emociones son parte de nuestras vidas, no son buenas o malas simplemente son. Pero ya sabemos que pueden ser positivas, negativas o neutrales. Esta sería la base para comenzar cualquier conversación con nuestro hijos para enseñarles a aceptar y lidiar de una forma saludable con nuestra emociones. La vida ofrece tanto retos, y dificultades como momentos de alegría y satisfacción. Es por eso que debemos reconocer el valor de lo que sentimos como algo positivo que me orienta y que a la vez es algo pasajero. O sea, cuando algo ocurre que me hace sentir emociones positivas ” alegria, amor,esperanza, orgullo ” es la manera de aprender lo que me hace sentir bien, y por lo tanto deseamos repetirlo. Si por el contrario, hay ciertas circunstancias o eventos que desencadenan las emociones negativas “ira, tristeza, celos, enfado” es el momento de también aprender a aceptar y manejar estas emociones de una manera apropiada. En ambos casos no queremos ceder el control de nuestra conducta a nuestras emociones, simplemente debemos sentirlas, aceptarlas por los que son, reconociendo que son todas y cada una de ellas transitorias, como las olas del mar, van y vienen.
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